Congelando el tiempo (fotografía)

Foto: Harold Edgerton
▶ Atrapar un instante, detener el movimiento, capturar un momento mágico, es un deseo que el fotógrafo Harold Edgerton consiguió de forma plena. Sus fotografías, aunque muy conocidas, siguen asombrando al mundo.
En la muestra de su obra, que se inaugura ahora en Madrid, se pueden contemplar fotografías míticas de Edgerton (Nebraska 1903- Massachusetts 1990) como la titulada “Salpicadura de una gota de leche” (1957).
Sergio Mah, comisario de la exposición, afirma que el fotógrafo e ingeniero ofreció con la nueva técnica no sólo imágenes artísticas "sino lo que se podría denominar como "imágenes escultóricas”".
 José Gómez Isla, el segundo comisario, destaca la figura relevante de Edgerton como científico y “como inventor”, que genera un perfecto maridaje entre “arte y ciencia”.
Una manzana traspasada por una bala, una gota que transforma la leche en una corona, el cristal y el líquido que lo contiene se transforman en uno solo, o un palo de golf que se multiplica hasta el infinito, son algunas de las imágenes más conocidas del ingeniero y fotógrafo Harold Edgerton (Nebraska 1903- Massachusetts 1990) , que supo fusionar arte y tecnología para captar momentos mágicos.
La Fundación BBVA presenta una retrospectiva de toda su obra con el título “Anatomía del movimiento”, dentro del XIII Festival PhotoEspaña 2010 en Madrid (España). Noventa y cinco imágenes, el documental “Quiker’n a wink”, galardonado con un premio Oscar en 1940,  y diferentes materiales de trabajo y documentos del ingeniero americano, precursor de la fotografía ultrarrápida, se pueden contemplar del 9 de junio al 25 de julio en la sala  de exposiciones de BBVA.
No hay que olvidar que el fotógrafo se graduó en Ingeniería Eléctrica por la Universidad de Nebraska y durante años estuvo vinculado al Massachussets Institute of Technology (MIT), donde desarrolló sus experimentos con el movimiento y la captura del tiempo.

Fue su formación científica la que le incentivó a ir más allá en la captura de imágenes y su obsesión por robar un instante al tiempo y analizar la evolución del movimiento y lo que con él se destruye,  lo que le motivó a analizar una y otra vez la fijación de esos instantes.
foto: Harold Edgerton
Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA reseñó en la inauguración que el artista simboliza los principios de la fundación “ciencia, arte y experimentación” de forma que cada tema no está encapsulado, sino que todos quedan unidos.

INNOVACIÓN

Sergio Mah y José Gómez son los comisarios de la exposición. Mah reseña que la visión de Edgerton es muy innovadora por el hecho de buscar nuevas formas de “suspender el movimiento”, una circunstancia vital en la fotografía moderna que “ha asumido un papel importante en la medición del tiempo”.
Mientras otros fotógrafos de la época centraban sus investigaciones en el análisis de la obturación, Edgerton se centró en la iluminación. Inventó el estroboscopio, un novedoso sistema de iluminación parpadeante que, como primera práctica, utilizó para analizar los rotores de un motor. El nuevo aparato permitía hacer fotografías en fracciones de segundo de objetos en movimiento.
Según Mah, el fotógrafo ofreció con la nueva técnica, "no sólo imágenes artísticas sino lo que se podría denominar como “imágenes escultóricas”".
INVENTOR.
José Gómez Isla, el segundo comisario de la exposición, destaca la figura relevante de Edgerton como científico y “como inventor”, que genera un perfecto maridaje entre “arte y ciencia”.
En la exposición se pueden contemplar fotografías míticas como “Salpicadura de una gota de leche” (1957), que abrió el camino para revelar el carácter científico que la fotografía puede aportar,   “Bala atravesando una manzana” (1964), o a  "Gussie Moran, flash múltiple en un servicio de tenis" (1949).
Gómez Isla explica que Edgerton fotografió las extrañas formas que adquieren los elementos líquidos al caer por efecto de la fuerza de la gravedad. “Los cristales fragmentados y los líquidos parecen uno solo”.
El comisario apunta que las imágenes del fotógrafo americano hay que entenderlas como verdaderos experimentos y hallazgos científicos “porque suponen auténticas sorpresas ópticas”.
Su interés por captar lo, hasta entonces inalcanzable, le condujo a inventar una de las primeras cámaras subacuáticas y sistemas de iluminación submarina que le conducirían, más adelante, a capturar imágenes de los oscuros fondos marinos a bordo del Calypsso, el emblemático barco del oceanógrafo Jacques Cousteau.

Por Bárbara Lafuente.
EFE REPORTAJES





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